Conducir bajo los efectos del alcohol es un delito en todos los países, y en España se tipifica como delito de alcoholemia. Sin embargo, muchas personas desconocen los detalles e implicaciones de este delito y qué tan a menudo se suele conocer.

En esta oportunidad conocerás lo que es el delito de alcoholemia y lo que dice la legislación española al respecto. También aprenderás detalles relacionados con otros delitos que pueden imputarse a la par del de alcoholemia.

¿En qué consiste le delito de alcoholemia?

En nuestro sistema legal, cometer un delito debido a un nivel de alcohol en sangre positivo es un hecho de la vida. Ninguna agencia u organización recomienda el uso de tales sustancias antes de conducir. No solo porque conducir ebrio puede tener consecuencias desastrosas.

Muy a menudo, cuando alguien da positivo en un alcoholímetro, se pregunta cuáles serán las consecuencias y si se enfrenta a multas o sanciones penales con confiscación.

Según el artículo 379 del Código Penal de España, es delito conducir un vehículo con una concentración en la sangre superior al valor permisible. Aunque en realidad varía según los supuestos que explicaremos a continuación, sabemos que debe comprender la diferencia entre las dos situaciones y, por supuesto, tener el consejo adecuado para ti.

La pena por la comisión de este delito es de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses, o trabajos comunitarios de 31 a 90 días. Y en todo caso, el derecho a conducir vehículos y ciclomotores se revocará de uno a cuatro años.

El alcohol en la sangre sería un delito penal o administrativo según el nivel de alcohol en la sangre o incluso los efectos o síntomas que causaron que el conductor tuviera una sobredosis de ese alcohol.

¿Cuál es la tasa de alcoholemia permitida?

Según las leyes penales vigentes, los conductores que inhalen más de 0,6 miligramos por litro de aire o 1,2 gramos por litro de sangre serán declarados culpables de infracciones de tráfico y seguridad vial relacionadas con el alcohol. La ley sobre estas dos cantidades difiere, ya que en aire respirado será determinado por equipo policial o de la Guardia Nacional, pero en sangre será determinado por análisis de sangre.

Esto se debe a que los legisladores consideran que cuando los sujetos se encuentran bajo los efectos del alcohol, es precisamente a tales velocidades que se puede poner en peligro la vida de otros pasajeros o conductores.

Este requisito previo debería ser legalmente exigido y respetado, pero la realidad en la que vivimos es otra. Algunos tribunales provinciales requieren que los reclusos tengan más de 1,5 gramos por litro de sangre para ser condenados por un delito.

¿Me puedo negar a hacerme la prueba de alcoholemia?

Negarse a someterse a una prueba de alcoholemia puede ser un delito grave por desobedecer a un agente de la ley, en este caso a la policía. Además, en este caso, el conductor del vehículo podrá ser objeto de las sanciones penales que correspondan: privación de libertad de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a cuatro años.

¿Qué ha supuesto la reforma del Código penal para estos delitos?

Junto con las reformas al Código Penal, los legisladores introdujeron niveles fijos de alcohol, sin dejar lugar a interpretaciones sobre el efecto de la sustancia en las personas.

Se plantea la hipótesis de que cuando se marcan estas escalas, no habrá duda de que un determinado nivel de alcohol en la sangre afecta a un individuo, por lo que puede considerarse delictivo sin más confirmación.

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